Subir o bajar de la montaña constituye la realización de actos trascendentes, que dejan huella -perceptibles en mayor o menor grado- en el alma de los humanos, influyendo en el ánimo y por ello en el comportamiento. Llegar a las montañas es verdaderamente el gran hallazgo que nace del eterno anhelar del espíritu. Elevarnos en esos escenarios de piedra, agua, hielo y luz, sobre todo luz, es caminar hacia la liberación, el gran sentimiento de la cima. En la ascensión, travesía o escalada a las cimas, es donde verdaderamente podemos "probarnos" a nosotros mismos sin engañarnos con "experiencias prestadas". Nietzsche situó a Zaratustra en las montañas alpinas, Buda nació en el Himalaya, Sinaí fué en sus escarpaduras escenario de Dios y de Moises, el Arca de Noé zozobró en el monte Ararat... Todas las montañas de la Tierra son mágicas y constituyen un bosque inmenso de símbolos.

César Pérez de Tudela

viernes, 15 de abril de 2011

La Mira, por el Carril de Los Galayos.

Después de un largo parón en nuestras andanzas montañeras, retomamos la actividad con la ascensión a una de las cumbres más visitadas de la Sierra de Gredos: La Mira (2.341 m.).

Mapa de la ascensión. ® Ed. Adrados.


Esta cumbre, que no presenta dificultad técnica en su ascensión, puede atacarse tanto desde la vertiente Norte como de la Sur, que es la que elegimos en esta ocasión. Para ello debemos partir de la localidad abulense de Guisando en dirección a la plataforma (aparcamiento) del Nogal del Barranco, distante algo menos de 4 km. del pueblo. No tiene pérdida ya que está bien señalizado.

Salimos del Nogal del Barranco
A las 8:30 ya estamos dispuestos a comenzar. El equipo de hoy lo componemos Juanjo, Raúl y Pablo.


El camino discurre entre pinos y robles en el agradable tramo inicial.


Los árboles desaparecen según vamos ascendiendo y así podemos apreciar la grandiosidad de este paisaje serrano. Al fondo, colgado en la pared de granito, vemos como una pequeña mancha el refugio Victory, a medio camino de nuestro objetivo de hoy.


El río Pelayo, que discurre a nuestra izquierda, va quedando cada vez más encajonado. Se alimenta de varios chorros que caen ruidosos desde las Peñas del Chocarrón y que forman numerosas pozas.

Aquí empieza "La Apretura"
Una hora y media después de salir de la plataforma, el sendero señalizado se acaba. Hemos llegado al paraje conocido como La Apretura. Tenemos dos opciones: continuar como hasta ahora dejando el arroyo siempre a nuestra izquierda, progresando por un terreno de roca y piedras sueltas bastante empinado, o cruzar el arroyo y tomar una estrecha senda que sube haciendo un inacabable zig-zag por la otra ladera hasta llegar al refugio. Decidimos subir por el primer camino (la ascensión clásica de La Apretura) y bajar a la vuelta por el segundo (la senda de "las zetas"), ya que parece más cómodo.

A la sombra de Los Galayos
Así que después de una pausa para comer algo emprendemos la subida, en la que a veces tenemos que emplear las manos para superar algún paso. El ascenso lo realizamos al mismo pie de las agujas graníticas de Los Galayos, protegidos por su sombra del calor que hace hoy.


El terreno está tan descompuesto que tenemos que tener cuidado al progresar para no provocar deslizamientos de rocas sobre el compañero que está más abajo.

El refugio Antonio Victory.
Unos 35 minutos después de iniciado el ascenso por La Apretura llegamos al refugio, donde descansamos un rato y nos deleitamos con las vistas que ofrece de las agujas de Los Galayos. En alguna de sus paredes de granito podemos distinguir una cordada de escaladores.

Escaladores
Tras el descanso empezamos el tramo más duro de lo que nos queda de ascensión. No hay traza que seguir, así que vamos por donde podemos, al principio sobre las rocas y poco después pisando nieve.

Dejando atrás el refugio Victory
A partir de este punto el sol cae implacable sobre nosotros: ya no nos protege la sombra de Los Galayos. La nieve que pisamos está muy blanda por el efecto del calor y a veces metemos la pierna hasta la rodilla.


En 45 minutos de subida llegamos al collado situado en la divisoria entre las vertientes sur y norte.


Juanjo y Raúl en el collado, con el pico de El Raso (2.244 m) detrás de ellos.



El Gran Galayo y la Canal Seca detrás de Pablo.


El tramo final

Una vez superado el collado cambiamos de dirección, giramos hacia el suroeste y afrontamos la rampa final hacia la cumbre. Este paraje se conoce como el Prado de los Pelaos.



Raúl es el que está más fuerte de los tres y encabeza el grupo en el tramo final.



Agotados, pero llegamos. Media hora desde el collado.



La vista de macizo central de Gredos desde aquí es espectacular, con el pico Almanzor sobresaliendo entre los demás.



El día es tan bueno que apetece quedarse un rato aquí arriba. Comemos, charlamos con otros montañeros y después de descansar un rato, nos preparamos para descender.



Antes de abandonar la cumbre, una mirada hacia el macizo central. Raúl tiene alguna cuenta pendiente...



Hacemos un descenso rápido y en 45 minutos llegamos al refugio. Un breve descanso para contemplar los Galayos.



Este es inicio del sendero de las "zetas", por el que bajaremos para evitar La Apretura.



En algunos tramos, sobre todo al inicio, el camino no está muy marcado y hay que salvar algunos obstáculos. Después de 45 minutos llegamos al final de las "zetas" y tomamos el sendero señalizado que nos conducirá a la plataforma de Nogal del Barranco. Para ello emplearemos una hora y cuarto a pleno sol, que nos deja casi secos...




...pero ponemos remedio en cuanto llegamos al bar de la plataforma con unas bebidas isotónicas. ¡Esto es lo que hace que nos guste la montaña!