Subir o bajar de la montaña constituye la realización de actos trascendentes, que dejan huella -perceptibles en mayor o menor grado- en el alma de los humanos, influyendo en el ánimo y por ello en el comportamiento. Llegar a las montañas es verdaderamente el gran hallazgo que nace del eterno anhelar del espíritu. Elevarnos en esos escenarios de piedra, agua, hielo y luz, sobre todo luz, es caminar hacia la liberación, el gran sentimiento de la cima. En la ascensión, travesía o escalada a las cimas, es donde verdaderamente podemos "probarnos" a nosotros mismos sin engañarnos con "experiencias prestadas". Nietzsche situó a Zaratustra en las montañas alpinas, Buda nació en el Himalaya, Sinaí fué en sus escarpaduras escenario de Dios y de Moises, el Arca de Noé zozobró en el monte Ararat... Todas las montañas de la Tierra son mágicas y constituyen un bosque inmenso de símbolos.

César Pérez de Tudela

martes, 6 de octubre de 2015

Integral al Macizo de Peñalara (Hermana Menor - Hermana Mayor - Peñalara - Pico de Claveles - Risco de los Pájaros)


El recorrido integral al macizo de Peñalara es una de las mejores opciones para conocer lo mejor del Parque Nacional de la Sierra de Guadarrama. No presenta grandes dificultades (excepto el paso por la cresta de Claveles) pero requiere de cierta forma física ya que son unos 12 kilómetros con un desnivel de más de 700 metros por una zona de alta montaña.

La ruta comienza en el Puerto de Cotos. Dejamos el coche en el aparcamiento y comenzamos a subir por la pradera que hay junto a Venta Marcelino en dirección a la Casa del Parque hasta llegar a la pista de tierra.


Seguimos subiendo por el ancho camino dejando atrás la fuente Cubeiro (seca en esta época del año), el mirador de la Gitanilla y la Casa del deposito de agua.

El Puerto de Cotos

Pronto llegamos a una bifurcación del camino. El desvío de la derecha conduce a la Peña de los Quesos y a la Laguna Chica. Nosotros continuamos de frente en dirección a la cumbre de Peñalara, tal como indican los carteles.

En la bifurcación del camino

El viento empuja a las nubes a gran velocidad. Tras ellas se ve, todavía, la Luna.

La Luna sobre el camino

Hacemos una primera parada para quitarnos ropa de abrigo y tomar algo de comida.

Primera parada

Después de otro rato de ascenso llegamos a otra bifurcación del camino. El de la derecha, casi horizontal, conduce hacia el refugio de Zabala. Nosotros continuamos ascendiendo por el camino que prosigue frente a nosotros.

En el desvío hacia el refugio

Al avanzar nos encontramos en mitad del camino con una piedra en la que alguien ha escrito unos caracteres chinos. Li Liu, amiga de Juanjo, nos lo traducirá más tarde. Dice algo así como:

"Haz sólo buenas acciones o favores a la gente, sin preguntarte cual es tu destino"

Desconozco la intención de quien escribió el mensaje o para quién está destinado, pero me parece bonito y habrá que intentar seguirlo. Gracias Li Liu!

Una piedra con mensaje

A nuestra izquierda queda la silueta de la Cuerda Larga, en la que destaca la doble cumbre de Cabezas de Hierro.

Cabezas de Hierro

Nuestro primer objetivo es la cumbre de la Hermana Menor, para lo que deberemos salvar un desnivel de 440 metros desde el puerto de Cotos.

Ascendiendo por la senda

El camino no tiene dificultad y disfrutamos del entorno ya que, por tratarse de un día laborable, estamos solos en nuestro recorrido.

Llegando a la primera cumbre

Finalmente llegamos a la redondeada cumbre de la Hermana Menor, la primera de las cinco que hoy alcanzaremos.

Cumbre de Hermana Menor (2.269 metros)

Continuamos ahora por una zona más despejada que es barrida por un intenso viento.

Por el collado. Detrás de mi, los Siete Picos



Las nubes ocultan nuestro próximo objetivo: la cumbre de Hermana Mayor.

Hacia la Hermana Mayor

Pero el viento es tan fuerte que las disipa rápidamente y cuando hacemos cumbre nos recibe el sol.

Cumbre de la Hermana Mayor (2.284 metros)

Proseguimos. La cumbre de Peñalara, frente a nosotros, aparece enmarañada por las nubes.

Bordeando el Circo de Peñalara

Echamos la vista atrás, hacia la cima de la Hermana Mayor. Somos los primeros en ascender ya que no hemos visto a nadie a en todo el recorrido.

Una mirada hacia atrás

El último tramo antes de la cima tiene mayor pendiente y es más pedregoso.

Saliendo de la niebla

Por fin alcanzamos la tercera de las cumbres de hoy, y la de mayor altura: Peñalara.

Cumbre de Peñalara (2.428 metros)

Nos protegemos del fuerte viento tras unas rocas y comemos algo mientras nos tomamos un descanso. Después de un rato emprendemos la marcha hacia el Pico de Claveles, nuestro siguiente objetivo.

Nuestro siguiente objetivo

Según avanzamos, a nuestra derecha y trescientos metros más abajo vemos las pequeñas lagunas junto a las que tendremos que pasar en nuestro camino de vuelta.

Las lagunas de los llanos de Peñalara, trescientos metros más abajo

Frente a nosotros la complicada cresta de Claveles.

La cresta de Claveles

Y a la izquierda, los pinares de Valsaín, la Granja de San Ildefonso y la meseta castellana.

Los Pinares de Valsaín, con La Granja de San Ildefonso al fondo

El paso por la cresta requiere bastante atención, sobre todo en un día con tanto viento como hoy. En algunos puntos hay que agarrarse a los bloques de granito con las manos.

Último tramo

Existe algún tramo bastante aéreo, con mucho patio a ambos lados, pero se supera sin problemas.

Rodeando los bloques de la cresta

Es la parte del recorrido más divertida, pero siempre ha de hacerse extremando la precaución ya que aquí son frecuentes los accidentes.

Superado el tramo más difícil

Juanjo va en cabeza y ya casi tiene la cima a su alcance.

Ya casi estamos

Al fin llegamos a la cuarta cumbre de la jornada, el Pico de Claveles que con 2.387 metros es la segunda cima más alta de la Sierra de Guadarrama, sólo superada por Peñalara.

Cumbre del Pico de Claveles (2.387 metros)

Desde la cima y gracias al zoom de la cámara nos aproximamos a la Laguna de los Pájaros, que visitaremos más tarde.

La Laguna de Los Pájaros

Proseguimos nuestra marcha a lo largo de la cresta y en cuanto podemos iniciamos el destrepe hacia la vertiente segoviana. Más abajo echamos la vista atrás y contemplamos la vertiginosa bajada desde el Pico Claveles.

La bajada desde el Pico de Claveles

Enseguida llegamos al final de la cresta en la que se encuentra el Risco de los Pájaros, un pequeño promontorio al que se accede sin dificultad. Es la quinta y última cumbre del día.

Cumbre del Risco de los Pájaros (2.266 metros)

Desde aquí nos queda un rápido descenso de unos 100 metros de desnivel hasta la laguna de Los Pájaros.

Iniciando el descenso hacia la laguna

El camino por aquí está bastante marcado.

Por la senda hacia los llanos

Una mirada hacia atrás nos permite ver por donde hemos descendido.

Por aquí hemos descendido

La laguna de los Pájaros es la segunda más grande del Parque Nacional y la que se encuentra a mayor altura. Es seguramente uno de los rincones más bonitos de la Sierra.

La Laguna de Los Pájaros con el Pico de Claveles al fondo

Normalmente el agua de la laguna está como un espejo y se reflejan en ella las montañas, pero hoy el viento barre el agua rizando su superficie.

Contemplando la laguna

Junto a la laguna

Hacemos la última parada del día y después de comer algo emprendemos la marcha. Ahora la pendiente es en ligero descenso y se progresa con más rapidez. Muy pronto llegamos a la laguna de Claveles, más pequeña que la anterior.

La Laguna de Claveles

Poco a poco descendemos hacia la zona de las lagunas que hace unas horas veíamos desde la cresta del Pico de Claveles.

Las cinco lagunas

El paisaje es precioso y la ausencia de gente lo hace aún mejor.

Aquí nace el Arroyo de Peñalara

Después de la última de las pequeñas lagunas hay que remontar un pequeño repecho. Cuando llegamos arriba podemos ver el tramo final de nuestra ruta de hoy.

Remontando por el camino

Pero antes hay que descender por la ladera un poco más. A un lado del camino aparece una vaca y cuando nos acercamos a ella... se arranca a por nosotros! Con el susto aún en el cuerpo conseguimos pasar bajo su mirada amenazante.

Una vaca amenazadora

En el mirador de Javier hacemos una pequeña parada para disfrutar del paisaje.

En el mirador de Javier

Desde aquí se divisa la Laguna Grande y tras ella la Hermana Mayor. Más atrás y a la izquierda, la Hermana Menor.

El circo de Peñalara

En frente de nosotros y casi a la misma altura vemos el refugio de Zabala.

El refugio de Zabala, frente a nosotros

Se divisan perfectamente los tubos de Peñalara, que tantas veces hemos subido con nieve, ahora pelados.

La laguna Grande y los tubos de Peñalara

Y la Hoya de Peñalara, donde se supone que se encontraba el antiguo glaciar que modeló el relieve de esta zona.

La Hoya de la Laguna Grande

Continuamos nuestro descenso hacia el pequeño puente de madera que cruza sobre el arroyo de la laguna.

Llegando al puente

Tras cruzar el puente tomamos el camino hacia la izquierda. Es bastante horizontal y en aproximadamente 2 kilómetros nos deja junto a la casa del depósito de agua, ya muy cerca del final de la ruta.



Para finalizar, el track del recorrido y el perfil en Wikiloc.




Saludos montañeros!


sábado, 4 de julio de 2015

Ascensión al Espigüete por el Corredor Norte



El pasado mes de marzo, Raúl, Juanjo y un servidor realizamos una visita a la montaña palentina con el propósito de ascender a una de sus principales cumbres: el Espigüete. La ruta elegida es la del Corredor Norte, que fue ascendida por primera vez en condiciones invernales en el año 1967 por Ausín, Ramos, Aguado, González, Díez, Maiquez y Vicente. 

Salimos desde el sur de Madrid y en unas pocas horas de agradable viaje nos plantamos en el norte de la provincia de Palencia, en pleno Parque Natural de Fuentes Carrionas-Fuente Cobre. Nos alojamos en la pequeña localidad de Camporredondo de Alba. Aún es invierno y la nieve se amontona por las calles vacías.

A primera hora de la mañana siguiente partimos de Camporredondo de Alba en dirección a Cardaño de Abajo (a unos cinco kilómetros y medio). Por el camino vemos como los primeros rayos de sol iluminan la cara sur del Espigüete, que es nuestro objetivo de hoy. Una vez superado este pequeño pueblo, a un kilómetro aproximadamente, parte a nuestra izquierda un desvío hacia Cardaño de Arriba. Tomamos esta carretera de montaña.

La cara sur del Espigüete, amaneciendo.
Poco después de pasar el punto kilométrico 2 aparece a nuestra izquierda el pequeño estacionamiento de Pino Llano desde el que parte la Senda de Mazobre. Hay pocos coches. Nosotros aparcamos el nuestro y con cierta pereza preparamos las mochilas y la ropa de abrigo. Hace bastante frio.

En el aparcamiento donde se inicia la Senda de Mazobre.
Le pedimos a una pareja de montañeros que también se disponen a hacer una ruta que nos hagan una foto del momento de la partida, y este es el resultado.

Los intrépidos aventureros, al inicio de la dura ruta.
El camino que nos conduce a la cara norte del Espigüete coincide en su inicio con la Senda de Mazobre, que desde el aparcamiento nos lleva hasta la cascada que forma el arroyo del mismo nombre.

Primer tramo, saliendo del aparcamiento.
Al principio el camino es bastante cómodo ya que la pendiente es suave a pesar de ir en continuo ascenso.

En la zona de umbría el frio es intenso.
En ocasiones la senda está cubierta de nieve, pero hay huella y se progresa con facilidad.

El macizo del Espigüete.
El paisaje es impresionante. Como siempre en la montaña, uno se siente pequeño.

Avanzando por el valle del Arroyo de Mazobre.
Poco a poco vamos avanzando y llegamos casi a la cabecera del valle, desde donde vemos la bonita cascada de Mazobre. Cuando venga el deshielo debe ser espectacular...

La cascada de Mazobre.
Este primer tramo recorrido tiene algo menos de tres kilómetros de longitud, en los que hemos ascendido unos 250 metros.

Retrato del grupo con la cascada al fondo.
A partir de este punto, nuestro camino gira a la izquierda y se incrementa la pendiente. Avanzamos a media ladera ganando altura con rapidez. Apenas hay huella sobre la dura nieve.

Aumenta la pendiente del camino.
En lugar de buscar directamente el Corredor Norte desde la zona de la cascada, avanzamos un poco flanqueando por la derecha para buscar una zona más cómoda desde la que acometer la subida.

Damos un pequeño rodeo por este paso.
La ausencia de huellas nos hace dudar si hemos tomado el camino correcto. En cualquier caso, continuamos la ascensión por este tramo y ya veremos por donde salimos.

Primer repecho fuerte.
Cuando superamos este tramo vemos por fin la cara norte del Espigüete, nuestro objetivo. Hemos salido más a la derecha de lo que esperábamos, pero a pesar de todo el rodeo merece la pena ya que la subida directa hasta la base del corredor hubiese sido mucho más exigente. Así conservamos las fuerzas para el ataque a la cumbre.

La cara norte del Espigüete.
El tiempo ha cambiado rápidamente. La mañana luminosa y sin nubes se está transformando en un día gris y amenazador.

Echando una mirada al Corredor Norte.
Desde aquí observamos lo que nos queda, que es bastante, y reanudamos la marcha.

Travesía hacia el Corredor Norte
Dejamos esta zona, conocida como Sima del Anillo, y continuamos avanzando.

El tiempo se estropea.
Ahora empieza a preocuparnos la meteorología. No tiene pinta de que vaya a mejorar...

Encarando el Corredor Norte.
Finalmente llegamos al Corredor y podemos apreciar su pendiente, de unos 45º en la parte inicial.

Primer tramo del Corredor Norte
Nuestro primer objetivo es una pequeña cueva que hay en la pared de la izquierda.

Llegando a la cueva.
Aquí nos reagrupamos y hacemos una parada para descansar y comer algo.

No hay osos dentro.
La cueva en realidad no es más que un pequeño abrigo, ya que apenas se interna unos metros en la pared de roca caliza.

Un pequeño descanso.
Después de un breve descanso y un merecido almuerzo, reemprendemos la ascensión.

Reanudamos la ascensión.
La pendiente es bastante constante, de unos 45º con algún escalón de 50º.


La parte más dura del recorrido.
La calidad de la nieve es bastante buena y eso facilita la progresión.

La pendiente se acentúa.
En algún tramo la pendiente se incrementa un poco, pero en ningún caso es necesaria la utilización de la cuerda.

Ascendemos por el centro del corredor...
Siempre a nuestra izquierda tenemos la imponente cresta, casi vertical, que baja desde la cumbre secundaria del Espigüete.

... ganando altura con rapidez.
Según ascendemos, el Corredor va girando hacia la derecha...

Es la parte más bonita de la ascensión.
...y nos vamos acercando más a la pared de roca.

Poco a poco nos hemos ido pegando a la pared de la izquierda.
Solo nos queda un tramo un poco expuesto que pasamos sin grandes dificultades.

Un flanqueo delicado.
Desde este punto nos queda una diagonal hacia la derecha que nos conduce a la arista, entre la cumbre principal y la secundaria.

Nos abrigamos antes de llegar a la arista final.
En las proximidades de la arista el viento sopla con fuerza y la visibilidad disminuye.


Preparados para el tramo final.
Ya hemos hecho lo más difícil. Ahora solo nos queda recorrer un tramo de arista hasta la cumbre.

Una última foto antes de afrontar la arista.
La visibilidad empeora por momentos...

Whiteout.
...y nos impide disfrutar de las incomparables vistas de la Montaña Palentina y de los Picos de Europa.

Avanzando por la arista.
Raúl y Juanjo caminan por delante y a veces casi les pierdo de vista.


Hay que avanzar con cuidado. Aquí una caída... no tiene buen pronóstico.

Últimos pasos antes de la cima.
Después de unos minutos ya adivinamos la cima...

Cima del Espigüete.
... y hacemos cumbre en el Espigüete! (2.451 metros)

Cansados pero felices.
Las nubes que permanecen agarradas a la cima nos impiden disfrutar del paisaje, pero aún así estamos contentos por haber podido con este desafío.


Grizzly Adams.
El tiempo es tan malo que ha Juanjo se le congela la barba en poco tiempo. Decidimos bajar y protegernos del viento.


Iniciamos la bajada.
Con estas condiciones sería una insensatez bajar siguiendo por la ruta de la arista, así que nos volvemos por el mismo camino por el que subimos.


Echando un vistazo a otros corredores.
La bajada es rápida pero durísima para las piernas. Cuando llegamos a la base del Corredor Norte, echamos un vistazo a otras posibles rutas de ascensión.

De vuelta a la cascada.
En lugar de dar el rodeo que hicimos en la subida, esta vez bajamos directamente hacia la zona de la cascada. En algunos tramos la pendiente es muy fuerte, y con las piernas tan castigadas tenemos que extremar la precaución.

La última pendiente fuerte.
Finalmente llegamos a la Senda de Mazobre.

Por el tramo más cómodo.
Aquí ya podemos ir de paseo, repasando mentalmente toda nuestra aventura de hoy y planeando otras para el futuro.

Cansados pero felices.
En cualquier caso, esta primera excursión a la Montaña Palentina nos ha encantado.


Llegando al aparcamiento.
Finalmente llegamos al aparcamiento, con el cuerpo cansado y deseando quitarnos las pesadas botas. Para el día siguiente teníamos prevista la ascensión al Curavacas (2.525 m), pero el mal tiempo nos lo impidió. No hay problema: ya tendremos otra oportunidad.

Final de la aventura.
Saludos montañeros!