Subir o bajar de la montaña constituye la realización de actos trascendentes, que dejan huella -perceptibles en mayor o menor grado- en el alma de los humanos, influyendo en el ánimo y por ello en el comportamiento. Llegar a las montañas es verdaderamente el gran hallazgo que nace del eterno anhelar del espíritu. Elevarnos en esos escenarios de piedra, agua, hielo y luz, sobre todo luz, es caminar hacia la liberación, el gran sentimiento de la cima. En la ascensión, travesía o escalada a las cimas, es donde verdaderamente podemos "probarnos" a nosotros mismos sin engañarnos con "experiencias prestadas". Nietzsche situó a Zaratustra en las montañas alpinas, Buda nació en el Himalaya, Sinaí fué en sus escarpaduras escenario de Dios y de Moises, el Arca de Noé zozobró en el monte Ararat... Todas las montañas de la Tierra son mágicas y constituyen un bosque inmenso de símbolos.

César Pérez de Tudela

domingo, 14 de noviembre de 2010

La Mujer Muerta

Animados por las buenas sensaciones que nos produjo nuestra primera actividad de la temporada (la conocida Cuerda Larga), nos proponemos darnos otra buena paliza en la Sierra de Guadarrama. Esta vez elegimos un recorrido inédito para ambos: desde el puerto de Navacerrada hasta la Peña del Oso, situada en la cuerda conocida como La Mujer Muerta. Se trata de un itinerario de ida y la vuelta de 23 Km en total, con un desnivel positivo acumulado de 1.500 metros y una altitud máxima de 2.197 metros sobre el nivel del mar. Aproximadamente durante un tercio del recorrido estaremos por encima de los 2.000 metros.
Nubes sobre los Siete Picos

Las nubes que vemos desde la carretera presagian que la niebla nos va a acompañar, al menos en el primer tramo. Llegamos al puerto de Navacerrada, que está desierto. Hasta la cafetería está cerrada, así que nos olvidamos del café caliente, nos pertrechamos y comenzamos a andar a eso de las 8:20.
La pista de asfalto.

Desde la cafetería Dos Castillas tomamos la carretera asfaltada que junto a las pistas de esquí se dirige hasta la Residencia de Los Cogorros. A unos 700 metros llegamos al final de la pista de esquí de El Escaparate y giramos a la izquierda para tomar el Camino Schmid.
Inicio del Camino Schmid.

Este es un camino muy conocido y transitado (menos hoy, que lo tenemos solo para nosotros), bien señalizado y sin grandes desniveles. Debe su nombre al suizo Eduard Schmid, uno de los socios fundadores de la Real Sociedad Española de Alpinismo Peñalara, que en 1926 señalizó la ruta que unía el puerto de Navacerrada con el albergue que dicha sociedad aún tiene en el valle de la Fuenfría.

La ligera niebla provoca un ambiente especial. El silencio solo se rompe por nuestra conversación y por el rumor de algún arroyo.
Un arroyo junto al camino.

50 minutos después de la salida llegamos a una bifurcación: el camino de la izquierda es el camino Schmid y conduce hasta Collado Ventoso; nosotros seguiremos por la derecha, la Senda de los Cospes, en dirección al puerto de la Fuenfría.
Bifurcación a Collado Ventoso.

El puerto se denomina así por la fuente que hay a un centenar de metros, poco antes de llegar al collado, en la que nos hacemos la pertinente foto.
La Fuen fría

El puerto de la Fuenfría parece un nudo de carreteras. Confluyen en el la Senda de los Cospes, por la que hemos venido, y en sentido horario tenemos la carretera de la República, la Calzada Romana, la Vereda del Infante, la senda que asciende al Cerro Minguete y la pista que conduce a Segovia que se encuentra cerrada por una barrera. Llevamos andando 1:10 horas y hemos recorrido 6 Km así que nos tomamos el ya tradicional chocolate caliente y algo de comer para afrontar la parte difícil del recorrido de hoy.

Almorzando en el puerto.

Después de media hora de descanso iniciamos la subida al Cerro Minguete. Salvamos primero un talud corto y comenzamos a ganar altura entre los pinos y la niebla por un sendero poco claro al inicio pero más marcado según vamos ascendiendo.
Ascenso al Cerro Minguete.

El hecho de que el cerro Minguete sea la altura más modesta de las cuatro cumbres que vamos a ascender hoy nos hace confiarnos y ascendemos a buen paso. Juanjo marca un ritmo alto y yo me tengo que detener a media subida para recuperar fuelle. Resulta que esta es la peor subida que tendremos hoy y no haberlo valorado casi me deja tirado.
En la cumbre del Minguete, mirando hacia el Montón de Trigo.

Pero finalmente llegamos a la cumbre (2.026 metros) y, como por arte de magia, se abre la niebla y nos regala unas vistas magníficas. El ascenso ha sido breve (30 minutos) pero duro. Desde que salimos del puerto de Navacerrada hemos empleado 2:20 horas.
La Pinareja a la derecha y la Peña del Oso a la izquierda.

Si miramos hacia el norte vemos, muy cerca de nosotros, el Montón de Trigo. Y al noroeste, más lejos, la Pinareja y la Peña del Oso, nuestro destino de hoy. Estas dos cumbres junto con el Pico de Pasapán (al que dejamos fuera de la excursión de hoy) forman la cuerda conocida como La Mujer Muerta, denominada así porque vista desde Segovia recuerda a la silueta de una mujer que yace sobre las montañas.
Peñalara y Cabezas de Hierro al fondo.

Sin entretenernos mucho descendemos al collado que nos separa del Montón de Trigo, desde donde vemos hacia el este el macizo de Peñalara y las Cabezas de Hierro, cubiertos de nieve.
Subiendo el Montón de Trigo.

La subida al Montón de Trigo la realizamos entre roca y nieve, empleando aproximadamente 35 minutos desde el collado. El camino no está muy marcado y vamos buscando el paso entre las rocas con la cumbre siempre a la vista.
El macizo de Peñalara desde la cumbre del Montón de Trigo.

A eso de las 11:20 llegamos a la cima (2.161 m.s.n.m.). Sopla un viento frío que no invita a quedarse mucho tiempo, así que disfrutamos brevemente de las vistas hacia Peñalara y la Cuerda Larga y empezamos el descenso hacia el collado que nos separa de la cumbre de la Pinareja.
Bajando hacia el collado de Tirobarra.

Por este lado la pendiente es menos acusada y el camino está bien definido, así que descendemos rápido pero con precaución, ya que el hielo sobre las rocas nos hace resbalar  más de una vez.
La pedrera de La Pinareja.

Una vez alcanzado el collado de Tirobarra, en el que aún se pueden observar restos de trincheras de la guerra civil, comenzamos la ascensión a la Pinareja. El sendero se va transformando en una pedrera muy descompuesta que finalmente nos conduce a la cima (2.197 m.s.n.m.). Hace 4:15 horas que salimos del puerto de Navacerrada.

El camino que nos queda hasta la Peña del Oso.
Desde aquí vemos la Peña del Oso. Parece lejana aún y vamos un poco mal de tiempo, así que seguimos casi sin detenernos. También se puede ver, más a la derecha y sobre el mar de nubes, el macizo central de Gredos.
Entre Pinareja y Oso.

La cresta que separa la Pinareja de la Peña del Oso está compuesta por bloques de piedra y progresar por aquí no es cómodo. Además en ocasiones hay que ir por el lado derecho de la cresta, que está en la zona de sombra, y aquí las rocas tienen una fina capa de nieve helada que nos obliga a prestar muchísima atención. Es tarde y el regreso será largo, así que dudamos si lo más prudente sería darse la vuelta. Decidimos avanzar durante 10 minutos más y valorar si renunciamos a llegar. Y la decisión resulta acertada, porque enseguida salimos de la incómoda pedrera y llegamos a la amplia cumbre de la Peña del Oso (2.196 m.s.n.m.).
Llegamos a Oso.

Allí nos encontramos con dos montañeros veteranos que acaban de llegar, pero viniendo desde el puerto de Pasapán. Charlamos un ratito con ellos y nos hacen la foto junto al vértice geodésico y los osos. Este es el extremo de nuestro recorrido de hoy.
Los osos...

Hemos empleado 5 horas (incluyendo paradas para comer y hacer fotos) en recorrer los 12 Km. que hay desde el puerto de Navacerrada hasta aquí. Como no queremos que se nos haga de noche a la vuelta, tomamos un poco de fruta y salimos rápidamente.
A media ladera, hacia el collado de Tirobarra.

Para volver desde la Peña del Oso bajamos por donde hicimos la subida pero, para evitar tener que subir otra vez a la Pinareja, antes de llegar al collado que separa estos dos picos, nos vamos desviando a la derecha y bajamos en diagonal para, yendo a media ladera, retomar el camino en el collado de Tirobarra.

De esta manera ganamos media hora, pero la bajada entre canchales y piornos nos deja las piernas bastante castigadas.
Valle de Río Moros.

En este tramo la vista hacia el sur nos muestra el pinar del valle del Río Moros, con los embalses del Espinar y del Tejo.
Continuamos en dirección al Montón de Trigo, pero antes de iniciar el ascenso nos volvemos a desviar a la derecha para ir a media ladera directamente hacia el collado Minguete, evitando la subida. Y aquí es cuando empieza nuestro calvario, porque no somos capaces de dar con el sendero y atravesamos la ladera a lo bruto, entre bloques de piedra, piornos y, después, pinos cuyas ramas no hacen otra cosa que engancharse en nuestras mochilas. Entre juramentos y maldiciones llegamos al collado y, después de una breve cuesta, a la cumbre del cerro Minguete. Son las 15:40 y hemos empleado dos horas desde que iniciamos el regreso.
Al fondo, Gredos.

Hacemos una foto en dirección a Gredos, donde esperamos volver esta temporada, y bajamos hacia el puerto de la Fuenfría. Si la subida al Minguete fue dura esta mañana, el descenso ahora se nos hace largo y doloroso. Las piernas están muy castigadas y los gemelos "echan  humo" de retener la bajada.
La estampa de la derrota.

Después de 20 minutos de descenso que a nosotros nos parecen una eternidad, llegamos al puerto y nos dejamos caer sobre las rocas. Descansamos y nos comemos un bocadillo para reponer fuerzas. Ya nos queda lo más fácil: la senda de los Cospes y el camino Schmid hasta el puerto de Navacerrada, al que llegamos a las 18:00, justo a la hora de la puesta del sol.

Hoy la montaña nos ha dado una paliza. Al menos Juanjo se va con un buen entrenamiento a su inminente viaje a la India y Nepal.
Como dicen por allí, Namasté!

7 comentarios:

  1. Qué bonito paseo !!! Aunque tengo entendido que la Mujer Muerta no tiene ida y vuelta... desde Tirobarra se recorren las cumbres de Pinareja, Oso y Pasapán, y acaba en el collado Pasapán bajando a La losa (Segovia), porque volver desde allí... pero cualquier recorrido es bueno.
    Un saludo a los dos y encantada con vuestros recorridos

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  2. Gracias Espigüete. Espero que coincidamos en una conjunta.

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  3. Pues eso que seguro que no tiene vuelta, pero el pedazo de animal que es Pablete dice que a media ladera y allá que vamos.

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  4. Espero que en Nepal e India no tenga que pegarme esas palizas a andar.

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  5. Ya, ya, pero quién era el que tiraba según el relato de Pablo ??
    Yo creo que en India para volver, de no sé donde, que no sé quien no tiene visado... hay que atravesar altas y largas montañas....
    Pablo claro que tenemos pendiente una conjunta !!!
    Por sierto la foto de "los osos..." no tiene precio.
    Besotes

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  6. ¿Que es eso de la estampa de la derrota????? si acaso la cara de un masoquista, cuanto vais a tardar en volver a salir¿? eso sí, deja que pase un poco de tiempo para que Luigi olvide el palizón que os disteis.
    Las fotos preciosisisimas con tanta luz.

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  7. Y la foto del enano tampoco.
    jejejej

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